lunes, 11 de septiembre de 2017

Capa

Por si me ves ir
en la espalda
tengo ojos.

Pasos endulzados.

Cuatro brazos
cuando me baño
de tinta y sangre
resuelta.

Capa que no vuela
por filosofía definida
que dejo de ser filosofía.

Me visto de la noche
así tengo a las estrellas
en mi espalda
y a la luna en mi mano
como bola de cristal
preguntándole mis pasos.

Héroes

Hoy me masturbe pensando en mi madre, en sus brazos llenos de sangre,
en sus pechos llenos de espermas bailarines nadados por Olaya, Oh José
dile a la salada que estoy esperando su beso y lleve al pueblo el mensaje,
no existió tiburón que se devoro al naufrago pues este siempre sobrevivió.

Grau, mi querido barbón de las aguas mas tomentosas,
eres el comandante del horizonte del culo de la costa
estas cazando monstruos y además cantándole a la Chile,
tu voz resuena en los mares, caballero de la San Miguel,
estas haciendo el amor frente a mis ojos, ¡intrépido!
¡eres grande!, encuentra a la medusa rosa de la batalla.

¡Ugarte ya brinco armonioso del cabello de Perú
y supo cómo caer para ser recordado!

Hoy me masturbe pensando en mi madre, en sus muslos descoloridos
en su espalda que ahora babea sangre por las garras de tantas naciones,
en sus labios que esconden la lengua viva de Micaela Bastidas,
en su marrón y verde, en su llama que escupe oro,
en sus rincones donde se aprecia la nazca...

Hoy más que nunca
me masturbe pensando en mi madre patria.


El niño y la abuela

Solo quedaba engreírse
bajo el brazo de luna
de la abuela.


El niño fumaba frente al padre
arrojando el humo a su cara
como la malcriadez más grande.


Siete mujeres viéndolo
sentadas comiéndose
los mocos.


(YO NUNCA QUISE SER EL INTENTO DE UN POETA) repliqué...


Mi silbido de Etiopía
me dice que no podemos ver
dos cosas con el mismo ojo.


La hazaña del pato
que deseaba ser gallo
está cumpliéndose.


Un te amo en minúscula.


Beber del vaso roto
y rajarse el hocico
como otro.


Después de nadar
entre las piedras
encontré la mar.


                                                                        ll


Tu espalda de caramelo
es la flama rosa
te dije, tiritando.


Vieja de dientes de leche
tu rostro no es la de un lobo
ni la de una caperuza.


La cremosa del hueso
es mantequilla
para el pan, dijiste.


La fanta es palabra nuestra.


Tus andares
me hacen lloran
junto con tus pestañas.


No me saques
la lengua como una niña
te dije, tiritando.


Hay tentáculos
como tu falda morada
de color azul y rojo.


La escuela
me sabe a moretones
y labios pintados.


                                                                             lll



Tú me sabes
a tu abuelo
dijiste.


Solo sabes dormir
como la plancha
sobre tela cuadrada.


Dos perros nos mean
y cuatro vientos
nos secan.


El cucharon de madera
babea alfalfa
junto con la infancia.


Otra vez has vuelto
con la bolsa de arañas
te pregunte, tiritando.


Hijito vamos a comer
la sopa de letras
respondiste, tiritando.



La Liga de la Galaxia

Vuestros oídos están agradecidos de oír la serenata de titanio.

Zurdo y galáctico
enjuague de la merienda láctea, mórbida clara de piel.

Lamento haber nacido hermanos míos,
pero tengo un asunto pendiente con la vida.

Hoy no será mi funeral de sonrisas inversas,
mañana nos veremos de nuevo en la tierra.

No moriré boca abajo,
no se puede besar a quien no quiere ser besado
además mis labios están gastados como el pasador
de mi zapato que llevo sucio desde que pise el borde del planeta.

Hay mucha mierda ahí, allá, acá
mirando como bailo con la pluma.

¿Qué quieres de mí?

¿No te conformas con ser parte de mi atuendo gitano?

¿Quieres bailar conmigo también?

Mejor entra a mi bolsillo y muerde mi pobreza,
tarántula éter sideral.

Sabes que ahí guardo una liga con las galaxias,
ríos con peces voladores soñadores
colores que no tienen nombre
y que solo yo puedo ver,
brazos de polvo
gigantes de uranio,
( el acero es solo un rumor)
caballos de cobalto y cobre,
escandio arsénico itrio.

Oh, guardo la liga de la galaxia en mi bolsillo
y tengo que escribir sobre el papel platino y con teluro.

Los deseos de rey que tenía
se convirtieron en plegarias de un semi-dios
puesto que ahora juego con los universos
en mi lecho sobre mi pecho y mi corazón de estaño.





El Dragón de las Rosas

Me tengo envidia de mi mismo como si en mí hubieran genios muertos,
reencarnaciones de animales.

Mi piel mantel de copas deslumbra la vida con el tatuaje de un dragón
con hambre decorada con rosas.

Mi carne no es ambrosía de tartufo.

¿Es reliquia antigua acaso?

¿Es poesía en calcio y alma?

¿Es metáfora de la existencia?

No hallo respuesta, mi pensamiento divaga como un galgo
en la letanía de mi burocracia y se pierde con la sangre
derramada en el mártir de dudas.

Ya me he topado con la Babilonia de mis pasos y en sus ojos
lucia espejos donde me miraba un fariseo el cual era yo
teniéndome envidia.

No había nadie tras mis hombros, las nubes borrosas
cegaron a la luna y el sol no salía por mi lomo de camello
sin sed de día.

La noche se iba entre lo que escribía con mis condolencias
cuando tocaba con mi lagrima la euforia.



                                                                ll


Yo no sabía leer...

Yo nunca supe escribir...

Ah, pero me tenía envidia y la inspiración tomo su rumbo
dejándome sin aliento en el hebreo de un proverbio
donde me balanceo para sentir que la fe está en mis manos
como un manuscrito de hierro, como una piedra en punta de espada
o como la vara letal de un mago que nunca hizo magia por eso es letal.

Vivientes muertos que en mi alrededor se fuman el hachís de mis zapatos
aléjense de este ser añejo que tal vez vuelva a reencarnar en un pétalo,
en una flor o en vosotros que beben mi resaca
porque me tengo envidia de mi mismo como si en mi hubieran genios muertos.

El Escorpión de Oro

La calamidad del faraón que dormía en mí
ha despertado del sarcófago entreabierto,
vio los rubíes más bellos del continente
y estiro el brazo sobre las pirámides
entonces en el desierto se derramo luz
junto y de la mano con los siglos
junto y de la mano conmigo encima
moviendo mi cadera como una mujer.


¡Quiso desprenderse del tiempo!
¡Quiso la tormenta de arena!


En sus manos soleadas
obtuvo la joya roja
como la espalda de la luna,
la merced en sus pellejos
destilaba camellos sin joroba,
la soberanía del nacer en carne
se cumplía como una profecía,
la tierra hueca reía
como si fuese ciega la pobre
pues no sabía que sobre la mesa
el té se había derramado
y el azúcar andaba amargo,
el cielo lloraba clamor así
no hubo quien la consuele,
yo mordía mi labio
excitado a la pureza
y no era la diosa Lesbos
quien besaba mis pies,
era el señor de las brújulas
desorbitando las coordenadas
moviendo mi cadera como una mujer.


¡Quiso desprenderse del tiempo!
¡Quiso la tormenta de arena!


Pero su barba era demasiada grande
y tropezaba consigo mismo
que se retiro del juego,
solo quedaban huellas con sentido
pero el viento se los llevó hasta el milenio
o
hasta donde mi cuerpo resista volverse polvo
con las momias de mis antepasados,
rocíando el perfume salvaje de mi cuero
sobre el papiro donde el escorpión de oro
moviendo mi cadera como una mujer.


¡Quiso desprenderse del tiempo!
¡Quiso la tormenta de arena!


¡Quiso ser yo!

El Canto de los grillos


Masacrando piruetas con los ojos
mi realidad distorsionada.

Mis fauces asqueadas de la planta afrodisíaca.

Hace dos años que no reímos juntos,
he olvidado esa lentitud de las cosas
y el sentido tropical.

Parece ser que no te llevaste bien con mi ansiedad
y que todo se acabó como un amor
y el encantamiento se pulverizo
puesto que fuiste marihuana en mis labios.

Por que los duendes se llevaron la protección
que te brindaban en mi jardín
y ahora solo sabes ser un recuerdo
y es lo que menos quiero que seas en mi vida.

¿Donde quedo la seducción de tu robusto semblante
cuando desfilabas mi cuello a sabanas blancas
que te cuidaban de aguas que deseaban exiliarte
de la faz de la tierra?


¿Por que el encantamiento termino?

Las burbujas de cristal ya estallaron
y los grillos han aprovechado en burlarse de mí.


¿Por que el encantamiento termino?

Si ya te habías fusionado con mi ansiedad
en la noche de colores
dejándome un dolor en el pecho
y una realidad distorsionada.



A mis fauces

Ir a los brazos de las metáforas mas hermosas
mientras arranco mis pies de la tierra como dos árboles.

Universo


Tengo al universo
en mi papel
a la osa menor sentada
sintiéndose mayor.


Al sol
quemando mis fauces.


A la luna
contándome cuentos.


A las estrellas
durmiendo entre mis dedos.


A los planetas
licuados pintando con ellos.