martes, 17 de julio de 2018

Petrastón


Mariposa negra.

Las palomas aveces reniegan amarillos de nosotros
y los azules pensares de nuestro declive en los tronos
a su vez nos filósofa el esquizoide catarsis de la liberación.

No quiere seguir escribiendo el juez que otorga el decreto
prefiere reír de las cartas que le hacen llegar los cóndores
es que nadie le ama tanto como él así mismo...

Sus sueños son en la mayoría paisajes del armagedón
las garras del demonio que acariciando su rostro inspira.

Tu no puedes llegar a ser como él en el amanecer.

Pascua


No me lloren
hoy por hoy las lágrimas van al río
las copas negras rompen en delfines,
besen mi mano al retirarse en desfiles
el velorio del prodigio azucena mañana
su aura de alcohol del cajón algodón,
el crepitar de las abuelas que agonizan el llanto
las enamoradas con los corazones en las manos
el burdel de sus cabellos babilonios
los leones que aparecen tras las cortinas,
suponen los ángeles la fiesta del cielo
la misión cumplida de un elegido.

La lluvia lapidaba el cancionero
que alguien olvidó en su tumba.

El hombre volvió a respirar por las plantas.

Abrigo de mariposas y guerreros

Las promesas se hicieron para cumplirlas
observen las mariposas marinas que hoy vuelan
ayer no podían aperturar este privilegio
reposaron sus alas en el grito de la desesperanza
como los ciegos al no ver el sol prometido.

Nunca existió un color antes de un pensamiento,
se ha aprendido en esta corta temporada a reconocer
siendo lo más importante antes de mirar con los dos ojos
muchos miran más allá y no llegan muy lejos.

Las caricias prohibidas del futuro
nos detiene en el panteón de los guerreros
que cayeron por endulzar el destino
con las manos sangrientas.