martes, 26 de junio de 2018

La Farfulla


Dicen que la merienda construida por los enanos ayer por la octava primavera,
estaba ardiendo y que el fuego encontró su camino entre las ascuas,
yo no sé que tan precipitado sea evocar a los lanceros para calentar la culpa,
en el blanco de un inocente que apenas sonríe como los padres de tus padres,
si alguien fue el culpable de la erupción de la cólera del volcán, su ira entre las musas,
entre lo poco que queda de este humilde pueblo que tristemente puede señarlarse...

¿Porque tildar al vecino del invierno que guardó pan para mayo en abriles secos?

El mismo que barrió sus pasos de la arena debe ofrecerce a los desiertos,
no debe aprovechar el descuido de la aurora para arrebatarle su color
simplemente hacer lo que el sol haría si un delfín cruzara el triángulo.

Quiere decir que la alma que huyó del panteón tiene que aceptar su equivocación,
la sombra que abandonó el cuerpo de un campesino con el que contaba cartas,
el cordero que vendió a su dueño, la madre que mató a su hija, el peón que engaño a la reina,
las palomas que nunca vieron nada, los pergaminos de barro sin autor,
los cielos de puertas cerradas, las risas en los llantos y la maldad en la bondad,
los cónyuges de mal apellidos, los tratos pactados sin el llamado a la sinceridad,
los pasos mal contados,  los pensamientos que nos convirtieron en sus esclavos,
el espejo del vacío es otro vacío, otro cielo, otro mundo, otro fraude, otro yo.

Al que le pese la cruz que dé un paso al costado que los cuervos tienen hambre,
el inocente ensangrentado logrará pronunciar las gracias al saciarse de justicia.

sábado, 23 de junio de 2018

Alterno


Dibuja mi vida,
el dolor en la pelvis de una flor.

Padre,
en algún momento fuiste mi enemigo pues amamos a una misma mujer.

Me siento bien, es una mala señal.

¡Oh, que desdicha!

¿Porqué será que no me siento en primera persona?

Me habré confundido de raíces.

Robé de la constelación
la estrella mas pequeña
y me la trague.

Y ahora que por dentro crece
eyacula la pólvora existencial.

Tengo que apurar mi delirio
sin mencionar el paréntesis de mi aureola
pues he juzgado el suspiro erudito
ya que en algunos parientes
que manosean la escopeta en sus miembros
les resulto maldito el camino a la sabiduría.

¡Ah!

He corrido bastante y los atletas se han olvidado de mi.




domingo, 17 de junio de 2018

El llanto de los sicarios


Cuando sea fácil para el malandro juzgar con sus dedos
el espejo del vacío que favorece su postura narcisista,
sus andanzas en la selva de concreto donde el nace el hambre
se dará cuenta que una muerte arrastra otra muerte.

El corazón tiene la forma de nuestra cara
y la cuchilla, la oz de la inolvidable apariencia.

La sangre que llueve y se posa en la mano de la madre
que llora por su hijo, el varón que permitió ser la esencia del barrio
cual nombre ahora se deletrea en cada esquina como un recuerdo más.

El señor de los milagros también llora y llora mucho...
las ánimas volaron al libro que el Jesús moreno quemo
y la resaca de una muerte anunciada seco la flor del día.

Y ahora que no esta más con nosotros
salen a relucir sus notables percepciones humanitarias.

Las plantas salen a caminar.

Recién es cuando se valora al sol,
luego de que la oscuridad halla formado parte de él.

viernes, 8 de junio de 2018

Plutoniano

(Descifrando el cadáver de un tornado en la INRI de dos cometas)

Mi suspiro femenino.

La ofrenda a los pulmones gemelos.

La homosexualidad que descansa en mi cetro.

Los miembros descabezados de la orgía fecal.

¿Pinturas?

La convalecencia del elefante tricolor.

El espíritu hermético del salvajismo.

Los quehaceres palestinos en un safari bruto.

El dolor... el placer vestido de un miedo lila.

Los besos negros que da la muerte con violencia.

Las mujeres convertidas en mariposas.

¡Oh, tabaco que sufres incoloro!

¡Oh, dignidad!

¡Oh, imágenes!

¡Oh, leche prostituta!

¡Oh!

                                                                   ll

Casualidad.

Diente ruso.

Caducifolio.
                          
Amplexación.

                              
                                                                   lll

Viejo trémulo en las ambigüedades del sexo.

¿Donde están las manos lavadas?

Delphina So Cavanni So Dafiume.

Nombres que además son ladrillos.

La espera del sabor de las pieles.

El sonido de los huesos.

                                                                    IV

Aún no se volar.

                    
                                                                    V

Estoy enamorado del pez.

Dulce.

Mi corazón de agua.

                                                                   

sábado, 2 de junio de 2018

Bellido

En el coliseo de voces románticas se escudan los fumadores
que estriñen la pipa con la flor rosa que perdío lo verde,
se sabe que las palomas llueven a cántaros en invierno
pues el cielo se enferma y vomita su maquillaje alaciado,
sus brazos tatuados con rostros amargos
dejan mucho que decir de su compromiso
el cuál en días de guerra prometió
aquélla vez que beso los pies de Natura,
la vieja mecánica de arbustos castrados.

Los soldados de la paz inspirados por el amor
luchan con el corazón de jade y la belleza.

Los senderos lujosos que la tentación alumbra,
árbol de Diana, si es preciso en la feria del calor
idioma del prado prohibido, oeste del leviatán
sé oyen disparos de bocas preñadas en caos
luces de albañiles soberanos de Alejandría.

El ahijado de las terrazas verdosas,
los clientes de los dragones hambrientos,
los Sergios van de lado a la gruta del río
donde el oro agoniza sus respiraciones
y la camada de corderos festejan la pólvora
de rifles ahumados que danzan la riqueza,
siendo el manjar de tribulaciones pobres
soñadores de plata, corazones de Robín.

Su bienestar... la ayuda... su alteza
coronó los conos que anidaban estómagos falsos
los dientes de hojalata sudaban el trigo
los niños gordos brillaban sus cachetes monedas
al menos algo bueno dejo el rastro Napoleón
por las tierras hebreas de nuestras hermanas.