domingo, 5 de noviembre de 2017

Damisela

¿Como es que los peces aprendieron a tararear bajo el agua?

El viento pasmado se encoge como un óvulo 
que brinda oxígeno y vuelca su manto a la marina dilatada 
que escarcha sodio albo endulzando el galicismo de los seres 
que no supieron nadar como por supuesto este ente vivíparo 
que esta gestándo la secreción de la vida,
mala leche del simiente célico.

Hay que dar por hecho la esperanza de una gaviota 
que empeñe en su espionaje el sentido de morar.

El sabio quedara callado 
hasta el ultimo suspiro del globo celeste,
su deber fue no hablar y así lo hizo   
y ante cualquier llamado de la ignorancia
las explicaciones deberían quedarse quietas.


                                        
                                         ll



Existe una canción equinoderma que teje hora por hora  
la libidinosa condición de poder yacer,alguien que la oyó me lo comento.

Hoy mañana y siempre nadare y nadare contracorriente
pues no ha sido culpa mía haber nacido 
con el cuerpo deprimido. 

Me ha besado la intrepidez cuando volteaba a verles
en la ribera de la barba de la playa lila 
donde sientan la fe de manera soldadesca.

Ah, sepan que de tanto amor el amor ya no es amor,
las parlas arrojan esa verdad tan sincera 
como piedra al mar,los mapas desintegrados
mostraban un camino mejor para el velero ciego.