domingo, 5 de agosto de 2018

Galanteo


Apropósito de las lápidas rodeadas de flores
no es raro sembrar un roble sobre un verso despeinado
que escribieron los dolores que impuso la muerte
al llevarse el rocío del camelo convaleciente
que vivía de los ojos ajenos, aquellos pendencieros
que en su momento calentaron su lactancia
con la pura costumbre que se viste de amor.

Apropósito de las lápidas rodeadas de flores,
flores que estoy recolectando para mi estela,
flores que exprimo en mi cuello.

Del cielo cayó una flor... la pisé.