Para bailar en paz después de la furia
se brinda con sangre al azar dos veces
y se ríe con lágrimas negras.
El último dragón que murió de sed
fue el primero en beber del río de fuego.
El hombre que se baño del sol
frente a quiénes no conocían de luz
hundirá su rostro en la lepra
y aquellos que fueron testigos
romperán sus labios con sonrisas
al desnudarse, bailar y reír.
El último será el primero.