lunes, 27 de agosto de 2018

Galardones de Ira


Acostumbras medir la luna con el antebrazo en las fiestas incas
olvidando que te espera un domingo de ramos equilibrado
divino pan de azúcar a la espera del arrepentimiento plural
cuando acuerdas el sonido viejo que tu hombro aspira,
las tocadas mañaneras de rezos mortíferos
apreciando el paso de la vida cansada que diluvio breve
sin imaginar los nombres que perdieron las bocas
en la siembra del soliloquio a puestas del dios
que castiga con embriones de amores prematuros.

Cuando el niño de la cordillera asoma su desventaja
las canciones aburridas de la infancia se vuelven coloridas,
pelaje de camaleón dorado cuál moneda de halcón,
racimos de un recuerdo azota el plato vacío y el hambre muerde
la víspera de un abrazo se contrasta en el apagón del hogar
dejando inconclusa la sopa que se pensaba componer
con el remedio del cansancio de un año carcomido
por la pobreza que calzaba su política en la pesadumbre
acudiendo a su brujulear con vacías copas de ira.

Los cóndores están riéndose de la muerte,
de niños que cenan el cadáver de Goliat.

Los cóndores están riéndose de la muerte,
de un aldeano amaestrado por cuervos.

Los cóndores hoy tienen almuerzo.

domingo, 26 de agosto de 2018

Apología de Pandora


PABLO Y SUS DEMONIOS

Sonando las botellas en los desfiles de su fauna
reniega Pablo de sus albatros que encaminan su corbata
hacia camas del averno donde una diosa descabellada
lo espera con el deseo más humano que pueda emanarse
en los estadios del infierno cuán tenazas de fuego y cristal.

¿Porque pensar que el discernimiento se pueda basar en llamas?

Está en averiguarlo por uno mismo, Pablo
y tu eres dichoso de bailar mudo en el salón imperial
donde jueces alardean la prosa nostálgica y potente de Lucifer
cuáles cabellos dorados aletean las raíces de su esencia.

Pablo,
soy el malhechor que presenció la crucifixión de cristo
aquél que fue perdonado...
ahora reencarnado para pagar los pecados de mi antigüedad
y no habrá tercera vez porque seré
la estrella que más brille en la lejana inmortalidad,
la tumba que más apeste por la furia desencadenada
que se descompone de éste hermoso cuerpo... joven y eterno
que los caballos rojos arrastraron hacía el mar, el desierto y Jerusalén.

Destraba la baraja del Cristo tatuado en el alma
pues no puedo escribir como tú
que lápidas mi autónoma propuesta de vivir
cuando las costillas son garras en el salto saturniano de las amapolas
al abismo nido del arte, la intelectualidad, la luz y el hallazgo,
la espada de la vida y la muerte, la hipocresía,
la arquitectura de los vientos de la teología,
los guantes blancos de una morada locura
que ofrece sus frutas a la agitada arrecife de la sabiduría.

¡Pablo, compadre de los infiernos!

¿Asimilarías la mierda en nuestros pechos, relucientes bronces?

Te ruego el sabor de la candela que se devoran en los labios excitados
de orgías que dejaron los rituales en la depresión del oído
de esta tierra plana que lamenta las flores artificiales de su botánica.

Embriagate y fuma mis tambores,
cocinar tu propio vomito puede hacer que te sientas un dios,
el refrán que suena en los estómagos de los sabidos
no existirá en las heces que peina nuestra suela,
el miedo será un recuerdo
de la bóveda que esconden sentimientos humanos.

La miel del misil cayó suave en la frente del cordero
las viudas que abundan en aquellos océanos remotos
mostrarán el muslo de su maldición
que en el mosqueo pentagonal saludaban satánica
el Ruiz mosaico de los cementerios oleados
que dinamita los guiños genéticos de un sol triste.

¿Don Pablo, cuando nos volveremos a ver de nuevo por aquí construyendo apologías con los dardos azules de la escritura?

¿Mañana cuando apreciemos la incestuosa fortuna de Adán y Eva?

Oh, en el horizonte de las montañas canta tu fantasma
se perdona a sí mismo un Dante brilloso a falta de legiones
perfeccionadas para lucrar con hordas celestiales.

Sólo hoy mientras se pesca el pecado en la carne
el deseo tiende un cambio evolutivo a la acción ,
las tentaciones templadas en el coraje impulsivo
la mayoría de veces a propósito de la inocencia
que nos entierra al panteón.

Pero varones...

¿De que me sirve el rehusó de accionar si del infierno vengo(3)
y al infierno me iré por sentarme naturalizado?  -bueno-.

Estoy bendecido
mi sueño es un floral roto de relatos ambiguos.

Estoy siendo más humano de lo que se tenía previsto
-yo, otro ángel bello-

Tenía que demostrar el valor de la vida
desde el entendimiento de la bestialidad del hombre
al efímero acto de su amor o del amor que a suaves penas
se conserva en el tiempo límite de la emoción.

¡Dispénsame! ¡Excúsame!

¡La culpa es mía por enamorarme de una mis mujeres
que me ofreció la divinidad en complementación de la inspiración!

¡La culpa es mía por enamorarme de esta raza
que se aferra a la superstición!

Nuevamente me acurrucare en los brazos de Morfeo
cuando ascienda mi leyenda.

Pablo, consigue tu reencarnación
y volverás poeta, filósofo o en un simple... animal científico.

jueves, 16 de agosto de 2018

Tabú

Las pompas de un anciano viento tristón
desfallecen sus tropas arcaicas en la cumbre,
nadie ve más que sus defectos sublimes de tabú
nadie ve más que bendiciones retorcidas de un cielo
donde los soldados blancos sollozan el honor
cuál envenenados columpios del báratro
mecen la valentía y la vida en un eventual enroque.

Las pompas de un anciano viento tristón
orientan los mensajes de sus nietos indelebles
nadie ve más que enseñanzas comunes
nadie ve más que el abrazo de los truenos
donde el sol oculta sus arrugas y la rabia
cuál cede al trigo en melodiosa voz de azúcar
que nos encanta y apasiona el hambre.

Canas de un huérfano berrinche trazando
las pompas de un anciano viento tristón.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Clavos cóncavos

El quebrado luce pardo sus haciendas latinas de férreas
amontonados faroles casados con la vela del mártir y el sosiego,
se recuerda ahí... las caminatas de los ventrílocuos amables
y la trova vulgar de los principales crímenes del amor,
ahora, hoy que la ceja es un cayo desprendido del reloj
se encienden los fósforos que se apagaron en las manos
navíos de viento que empujaron los labios muertos,
oh, cansada la tierra de los hijos del sol negro
no piensa colmar en su vientre la pluma de la pasta
que en retrocesos hartos el filo de la miseria goteo.

Por supuesto que el juicio tiene nombre de amparo,
los sucios puntos del renglón ensangrentados al hilo
que ondea el filudo desfile en metal de los sacrilegios.

Cuando termine este ocioso siglo de ataduras
se vestirá el horizonte de la niebla rumiante del crisol.

Ah, el viejo árbol ancestral martilla la columna humana
tira a zurdas popas clavos lunares que se encrespan en la médula.

martes, 14 de agosto de 2018

Madero


Hemos bendecido la quimera que festejaron
los adoquines con el llanto desgarrado
grabado en sus lomos de pasos pensantes
orientes de sabuesos desmuelados
que corren con besos en el hocico
colgados como cruces de madera,
dañan el pavimento y la selecta pausa,
el mensaje de saliva es mayor de avena
pues el día cosmético inauguró una risa
soltando galgas embrujadas de un agonizo

Han embriagado el embarazo del faquir,
el circo religioso de los perros sin cola
que resisten el trofeo que se les instala
con un mar de hombres gloriosos de caer parados
insultados hasta más no poder con el tridente,
el hambre de los Don Juan y sus Marías renacen
y la flor negra de un aplauso perdido
estalla de ángeles negros cuando se impune el perdón
de años alborotados en la conciencia de la dolencia.

Ver los pájaros sería presagio de una pesada fortuna.

Nunca fue tarde para cocinar el mar de los pescadores...

La sazón barriobajera de la cena
que prepararon los nudillos del espanto ingrato
amordazado en los dientes triturando la legaña,
sabido de su criterio senderista e inagotable
aturde a las demás plantas cojas y secas,
lanza su vestido a la alcoba de las frutas,
sacude con los árboles y las estaciones
su blanca llama prendida de toro
y como comen las palomas en el mar...
sin ser vistas por Marina en la cartera del cabello.

El bolero tuerto de la frente del barco
emite chistes y no entiendo el principio
más el fin que azota la cadera de mi cien.

Algo se escapa en los senos de la madre
del hijo del espíritu profano... ¡Mi hermano!

La sangre noche se convierte en manta mora.

La víctima de los rayos glaciares
que el mudo bullicio de los delfines calló,
arresta a sueltas sus esposas al timón.

El quejido de los campesinos que olfatean
el polen de la vagina cruda del Atlantis,
drogan sus narices de perfume desmayado
hace guerras atrás incluyendo las porvenir
y las nubes carnívoras penetran y sin piedad
el oído de los tormentos que batallas acompañan.

Los brazos cruzados de la tierra
¡lloran mostaza y que bárbaro!
¡lloran cadáveres y que bárbaro!
¡lloran señales y que bárbaro!

¿Estará de regreso la caspa del invierno para enmudecer a los cocineros que intentaron quemar el aspa de una tripulación marginal y maravillosa
que sin mencionar las prosas que arrasó junto con ellas, murieron?

La luna mea sobre el papel del acorde.

La canción de las aguas.

El sollozo abominable de la marea.

Nunca fue tarde para cocinar el mar de los pescadores.

domingo, 12 de agosto de 2018

Esposas


Hija de Eva, la circuncisión de esos labios
aparenta el ópalo de tus bonanzas,
me duermes en las rodillas tuyas
convirtiéndome en una sinfonía.

La tradición de tus dedos
escolta mi cabello rizo de acuario
y el bello requiebro de dos cuerpos
almuerza la edad de este instante.

El azucarado aliento que emanas
endulza mi silencio amargo
que encemento cuando sellas
la corriente que debo seguir.

Te vas sin saber volver
acude al pasado si deseas verme.

Por última vez deseo sentir
a mis costillas juntas.

Porfirio

Llovía más que cualquier otro día,
la mañana estocada del invierno
juzgo nuestras sombras
que mantenían el equilibrio
en la pensión de la vereda.

Llovía más que antes
poco más que ayer
poco más que lágrimas,
embelesados los días
ardientes de hielo.

Llovía más que nunca
la ballesta que salseaba
la cinta de una pulgada
en depresión a las barras
mojadas como...

¿Dejará de llover?

¿Saldrá nuevamente la sombra importuna?

Agujas simples aplican el batacazo
en la apertura de la primavera,
muestra los brazos largos y curvados
del naranja atómico
que se somete en el atajo de los ficus
estirando incauto la juventud del almanaque.

Llovía...

Oh, Llovía interesante e intensamente.

Nadie se ah preguntado por qué.

-¿Y por qué?-.






viernes, 10 de agosto de 2018

Babel


Artificial

La tumba de las flores amargas
que el pálido clima artificial roció
escarchado en pecas de cebollas,
el vuelo de una libélula
asomando su cabeza de fierro a la chapa,
los cerrajeros que crean en un dios
tienden derecho a construir la puerta de su cielo.

La garza de cristal que rompió en el pasto
su escultura a casualidad de un resbalón oculto,
pobre la pobre -poéticamente hablando así-.

Un oso de cartón husmeando el orine
de dos moscas terroristas,
el peligro eminente del holocausto
la sierra, el polo, gaza.

Digan que el surrealismo moderno
de los callejones dorados
donde jugaban los niños índigos,
es inmoral.

Digan que el retrato es la nada
y que el poder un puño cerrado
lleno de mariposas bárbaras.

La caída de pesas babilónicas
oprimen la costilla del león alado,
los surcos sujetan la maniobra
de Génesis 1: 14.

jueves, 9 de agosto de 2018

Presas


Y arrastras
con las cadenas pesadas, rojas y candentes del amor
los corazones de hierro de los cantores enamorados.

El calor que lleva tu aliento quebrantado,
inspira guerras con sonrisas, mortal.

Las presas de tus ojos,
los dragones de esqueleto
peleando, haciendo el amor.

Aegis


El pájaro que acompaña al quebrantahuesos en su hombro,
armadura de doble filo que protege a los benévolos de la vileza
que recuerdan con sueño la sacralización en proverbios de Efesios
cortando con la esperanza del porvenir las ramas ásperas de la ignominia,
de la tradición y la desesperación atrapada en la culata de un grito.

La felicidad es sembrar la sonrisa en una persona,
si bien es cierto... lo que creamos a partir de un pensamiento,
es el acto continuo a un paraíso.

lunes, 6 de agosto de 2018

Pauldron


Oír las lexías de la pericia en el vigor,
el soso que otorga un respeto despiadado
de esbozos centelleantes cuando leemos
con la facultad que la veneración silabea,
el poder de la tenacidad atestada en la sensatez.

La importancia que tiene el conocimiento
cuando gatea en el solado firme de la rudeza
es colosal, es el zócalo de una pilastra
que resiste la cornisa del mañana,
venidero operante, mismo hado.

Ceremonia ilustrada en la pagoda sapiente
donde velan al oráculo los guardianes,
ancianos que se apellidan abuelos
padres de nuevos milenios obcecados
que abandonan a la sabiduría desnuda
en los cráneos de una concepción
inclinada al corintio de profesa escéptica.


domingo, 5 de agosto de 2018

Galanteo


Apropósito de las lápidas rodeadas de flores
no es raro sembrar un roble sobre un verso despeinado
que escribieron los dolores que impuso la muerte
al llevarse el rocío del camelo convaleciente
que vivía de los ojos ajenos, aquellos pendencieros
que en su momento calentaron su lactancia
con la pura costumbre que se viste de amor.

Apropósito de las lápidas rodeadas de flores,
flores que estoy recolectando para mi estela,
flores que exprimo en mi cuello.

Del cielo cayó una flor... la pisé.


viernes, 3 de agosto de 2018

El Jardín trasero


Marea, el atraído surtido de las fresas del mar
agua ardiente dejando la súplica oriental a la mano
los veleros helenos del libro que escapan goteando
amarrados al cuento que no se sabe definir.

Aferrarse al fin,
Cociendo con las agujas chuecas
el cinismo de las historias que el zapatero cuenta
sin percatarse que relata las aventuras de un océano
que esconde el jardín trasero del mundo.

Marea, el atraído surtido de las fresas del mar
agua ardiente dejando la súplica oriental a la mano,
los deseos se pueden ver encerrados en una botella
barco verde que el hombre no deslumbre en su virtud.

Aferrarse al fin,
tú, tienes que saber
que ni la verdadera magia ocasiona al amor,
el cabello que le crece al corazón
dentro nuestro, castaño.