lunes, 11 de septiembre de 2017

La Liga de la Galaxia

Vuestros oídos están agradecidos de oír la serenata de titanio.

Zurdo y galáctico
enjuague de la merienda láctea, mórbida clara de piel.

Lamento haber nacido hermanos míos,
pero tengo un asunto pendiente con la vida.

Hoy no será mi funeral de sonrisas inversas,
mañana nos veremos de nuevo en la tierra.

No moriré boca abajo,
no se puede besar a quien no quiere ser besado
además mis labios están gastados como el pasador
de mi zapato que llevo sucio desde que pise el borde del planeta.

Hay mucha mierda ahí, allá, acá
mirando como bailo con la pluma.

¿Qué quieres de mí?

¿No te conformas con ser parte de mi atuendo gitano?

¿Quieres bailar conmigo también?

Mejor entra a mi bolsillo y muerde mi pobreza,
tarántula éter sideral.

Sabes que ahí guardo una liga con las galaxias,
ríos con peces voladores soñadores
colores que no tienen nombre
y que solo yo puedo ver,
brazos de polvo
gigantes de uranio,
( el acero es solo un rumor)
caballos de cobalto y cobre,
escandio arsénico itrio.

Oh, guardo la liga de la galaxia en mi bolsillo
y tengo que escribir sobre el papel platino y con teluro.

Los deseos de rey que tenía
se convirtieron en plegarias de un semi-dios
puesto que ahora juego con los universos
en mi lecho sobre mi pecho y mi corazón de estaño.





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