Verás huir la noche de vez en cuando
y tu sombra al sombrero de la esquina
entre relojes baratos y sefardíes
acostumbrados a los suicidios de ave.
Concha su madre la mayor de las hermanas
dueña de ventanas y estrellas perdidas,
arma aviones con los dedos en el cielo secuestrado
y con la resaca de sus manos ofrece amor.
Linda y oro, suscita la rebelión de la paz.
Genia de los mares del día.
Verás huir la noche de vez en cuando
y tu sombra acompañará
entre bastones, Romeos y tildes dobladas.
Luego morirás, convertída en ave.
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