lunes, 3 de septiembre de 2018

El Vals de los Toros Blancos

Tomar al toro por los cuernos no es tan fácil
y más si hemos despertado en el hocico del caimán.

Soñolientos... intentamos cruzar la hipocresía
con el valet prehistórico del hombre moderno
costeado en la planicie del plectro de los títeres
que sin máscaras actúan... sin máscaras.

Incrédulos... los que creen en su propia potestad
sobando su triste movimiento hindú
en las alforjas de tribus candelas de clavo
Oh, raza blanca... Oh, lengua diamantina.

La importancia de la sangre amazónica
que diluvios llora en las selvas de mi rasta
sin mencionar al detallado Ecuador infiel
que toca y toca la pierna sumisa del cajón.

La canción del fin de los tiempos
postrado en el gabinete de los gallos
y la pluma seductora del pavo real
atrapada en el tintero guerrillero.

Tomar al toro por los cuernos no es tan fácil
y más si hemos despertado en el hocico del caimán.

Las palabras calientes de una sartén
baila sobre el paraguas desteñido
un ritmo peligroso de antaño
cuajado incalculable y precoz.

El precio de la escopeta verde y abejas grandes
de las tiendas musulmanas del río
abrirán caso a nuestro consuelo con su consuelo,
el sexo con su sexo... el real por su real.

Parámetros simbólicos del maya
la pierna judía y asquerosa
el vuelo negro de mis sombras
al pie... de la letra esta... queridos.

Lord.. Arequipa ahumada
castillo blanco de puertas varias
la rima ya no me compadece,
el armario hoy abriga muchísimo.

Tomar al toro por los cuernos no es tan fácil
y más si hemos despertado en el hocico del caimán.

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