domingo, 8 de octubre de 2017

La Golondrina

A veces le sonrío a la muerte
cuando la golondrina
da vueltas
a la luz de la luna
en un paso
que no conozco.

Se tritura el pensamiento
con la cien
el fuego del chasquido
que encienden nuestros dedos.

La oscuridad que abriga
cuando hace calor,
el miedo que alimentamos
con mas miedo.

El carruaje que nos espera
en cada esquina,
la biblia que se abre
por si sola en primera de Juan.

La sombra que nos aqueja
la escultura de nuestro cuerpo
la silueta esa que nos es fiel
aún cuando el sol escupe su caviar.

La quimera de las gárgolas
que en las catedrales
frotan sus manos
y la hoz bajo una venda.

El cuervo con la culebra
en la insignia de la noche.

Pisamos fuerte
soñamos y amamos
cada día un poco mas que ayer.

Siempre hubo un resplandor
en el surco vilipendiado.

Siempre habrá una causa
para sonreír
y gracias a eso
hemos superado a la muerte.




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